lunes, 25 de junio de 2007

Sigue rascando... ¡suerte!


¿Creéis que dar con el hombre perfecto es suficiente? Pues no, porque hay veces en la vida que cuando crees encontrarlo ves que efectivamente, no vive a dos pasos de tí, no... sino cuatro pasos más para allí... pongamos a... unos 500 km de distancia. El chaval es absolutamente perfecto: guapo, inteligente, atractivo, cariñoso, atento, adinerado... pero no hay que tentar tanto la suerte, no, no, no... porque en ese pack tan completo existe una característica que le marca al chaval: es gafe (quizá lo soy yo).


El caso es que Carrie un día conoció a través de este mundillo de Internet al chico perfecto, con familia a una hora de su ciudad (éstos además tenían un adosado muy cerca de dónde ella vivía... ¡perfecto!). Pero después de tres intentos... sigue sin conocerle, muy a su pesar. Repasemos lo que ocurrió en cada intento de subir a verla:


1. El perfect-man llegó hasta la ciudad de su familia. El objetivo era venir con los amigos de su primo hasta el adosado que está cerca de Carrie. Pero la noche que iban a subir... salieron, bebieron y estrellaron un coche sin salir de la ciudad. Al día siguiente cuando iban a subir... se murió la abuela del hombre perfecto y tuvo que ir de regreso a su ciudad en vez de ir a ver a Carrie. Muy mala suerte... aunque, hay que decir que el chaval tenía intención de subir con sus amigos, le dejaron colgado y decidió subir él sólo a ver a su familia, por ver a Carrie.


2. El perfect-man esta vez decide no contar con sus amigos desde un principio. Toma camino a la ciudad de su familia, pero se encuentra con atascos... llega muy tarde donde su primo que le esperaba en el peaje para darle la llave del adosado y se quedan dormidos en una estación de servicio. Al día siguiente va al adosado, hace las compras, pero al volver con ellas al adosado... ve que la casa está ocupada con un primo suyo, su mujer y la niña... ¡tiene que buscar una nueva casa! Viaja hasta la ciudad de su primo (una hora y media de camino) porque un amigo suyo le va a dejar otra casa... es el cumpleaños del padre del chaval, y perfect-man se ve en el compromiso de quedarse allí celebrándolo. Y al final, cuando se disponía a ir a recoger a Carrie, llama su madre diciéndole que su mejor amigo está muy mal... vuelta a su ciudad. Carrie, con la maleta hecha desde hace dos días, se ve sola una vez más.


3. "A la tercera va a la vencida"; eso es lo que le decía el perfect-man a Carrie para animarla. El hombre perfecto tenía una boda en la ciudad de sus primos, era la ocasión perfecta para subir a verla. Pero... llegó enfermo, con fiebre y aguantó una boda para nada porque al día siguiente su padre le trajo de vuelta a casa. ¿Por qué? Porque al principio le dijo a su padre que tenía intención de subir para irse de fiesta, y después le explicó que era para ver a una chica, pero no le escuchó hasta que llegó a su ciudad. Su padre se disculpó de mil formas, pero ya era demasiado tarde... Carrie, una vez más, estaba con la maleta hecha, totalmente amargada en su casa.


Cuenta la leyenda que todavía Carrie tiene la maleta hecha por si algún día aparece su perfect-man, pero todo apunta a que la mala suerte le acompañará siempre. ¿Lo conseguirá algún día? Él le ha asegurado que en cuanto se recupere le irá a verla, ¿será verdad? De todas formas, a Carrie le tienen que operar, ¿le dejará verla en tan pésimo estado?

jueves, 21 de junio de 2007

¿Sola o acompañada?


Un viaje, supone un trajín de maletas arriba y abajo, amontonas ropa y accesorios como puedes, encajonas en cada esquina de la maleta el calcetín o el tanga que casi se te olvida llevar, al final te sientas encima y cierras la cremallera a trancas y barrrancas. En ese trajín del que os hablo se trapichea con intimidades, y cuando os hablo de intimidades me refiero, por supuesto, a objetos de uso personal e intrasferibles.

Bien, ¿sabeis lo que es una madre no?ese ser que no puede evitar toquetear y colocar (a su manera) absolutamente todo; y claro ¿cuando ve una maleta llena de cosas no suyas que que va a hacer ese ser? Dejarlo sin más, NO, lo abre y saca... intimidades. Nunca olvidaré aquel momento en que abrí la maleta, y en su interior estaba sólo y abandonado el Mastubator, al aparecer no encontró el lugar adecuado donde colocarlo... A todo esto, ella nunca me habló de mi pequeño compañero de fatigas, creo que aun intenta olvidarse de aquel objeto que fue el único que no supo dónde colocar en toda su vida.

En poco tiempo tendré que volver a viajar, y tengo mis dudas... ¿debería ir sola o acompañada? Vosotras ya me entendéis...

martes, 12 de junio de 2007

Hombres...


Todo es tan complicado cuando se trata de hombres...

Cuando tu pasas de ellos, ellos no hacen más que hacerte toques (a los que no contestas NUNCA, cosa que a mi me parece una señal bastante clara), mandarte mensajitos (que contestas solo para no quedar como una borde), hacerte insunuaciones tontas... y tu ahí, sin hacer ni caso, como quien oye llover. Pero ellos también, como quien oye llover, siguen a lo suyo, insistiendo, que todavía se creen que la mujer que dice que "no" está dicendo "puede ser", y que la que dice que "sí", está diciendo "fóllame-aquí-y-ahora".

Y de repente aparece un tío, que no sabes muy bien porque, te vuelve un poco tonta, y te pones nerviosa cuando coincides con él, y te deprimes cuando no le ves. Y a ese chico pues tú, con tu buena intención, pensando que para que vamos a andar liando la manta si él te gusta, y para que vas a decirle que "no" cuando lo que estás pensando el "fóllame-aquí-y-ahora" (bueno tan poco así exactamente, pero vamos que está más cerca de eso que del "no") pues le dices que te gusta (o igual no se lo dices exactamente así, osea que lo que le dices suena un poco más raro, pero a buen entendedor porcas palabras le hacen falta) así que le dejas todo claro, que él te gusta, que te gusta mucho vamos, y le das tu número y tu DNI si te lo pide, y el pues ni te llama, ni hacer llamaditas perdidas, y sobre todo y mucho más deprimente te das cuenta de que ni siquiera te ha dado su número (de teléfono).

Y piensas que vaya liantes que son los tios, y que desde luego no les gustan las cosas claras.Que quieren oir un "no" o un "tal vez" antes que cualquier otra cosa, y tú que en tu subidón feminista e igualitario te dio por abrir tu corasonsito como si fueras un conquistador de tercera, pues decides que la próxima vas a decir que "no" aunque te estás muriendo de ganas.